sábado, 10 de mayo de 2008

EL CASO BUNGE & BORN, HIRSCH Y LOS BELGAS DE AMBERES

Historias de otra Argentina: El caso Bunge & Born, Hirsch y los belgas de Amberes


Pioneros de la Industria Argentina' es un texto (El Ateneo) autoría de la antropóloga, economista y administradora de empresas María Susana Azzi y del docente especializado en Conducción Educativa, Ricardo De Titto, que permite conocer las historias de quienes crearon la industria local (los Noel, Magnasco, Bemberg, Di Tella, Pagani, Rocca, etc.). Aqui algunos fragmentos de Bunge y Born, texto al que se puede criticársele que no explica por qué los accionistas tomaron la decisión de liquidar sus activos argentinos y porqué Arcor creció más que Molinos, que Bunge terminó vendiendo a Perez Companc, pero también es cierto que el objetivo del texto intenta rescatar las biografías de los hacedores antes que sus decisiones estratégicas de estos tiempos.



POR MARÍA SUSANA AZZI y RICARDO DE TITTO | 10/05/2008 | 12:05



Alfredo Hirsch.








CIUDAD DE BUENOS AIRES (edición i). 10 postales del grupo Bunge & Born.
1. Los Bunge llegaron al continente europeo desde la isla de Gotland, Suecia, a principios de 1600, cuando el rey Gustavo extendía su poderío militar hacia Estonia y Dinamarca. La familia se dividió en tres ramas: los Bunge de Alemania fueron intelectuales, sacerdotes y empleados públicos; los Bunge de Rusia fueron juristas y eruditos; los Bunge de Holanda fueron comerciantes. En 1750, en Amsterdam, la capital de los Países Bajos, la familia Bunge había iniciado el negocio de intercambio de cueros, especies y caucho provenientes de las colonias holandesas de ultramar.
Peter Gottlieb Bunge, nacieo en 1771 en Remscheid, Alemania, fundó en 1818 Bunge & Co., una empresa de importación y exportación, hoy la compañía de granos más antigua del mundo. La firma se estableció en Amsterdam, magnífico puerto donde convergen los canales del lago que albergan noventa islas. Peter G. murió en la capital holandea en 1865, cuando sus negocios prosperaban y se habían extendido hacia distintas partes del orbe. Después de un siglo de variados emprendimientos rentables, en 1850 Carl Gustav Bunge mudó su negocio familiar a Amberes, Bélgica.
Dos Bunge establecieron una monarquía comercial en ambos lados del océano Atlántico. Edouard Bunge, amigo del rey Leopoldo II de Bélgica y su socio comercial, permaneció en Amberes. Administraba los negocios en las regiones productoras de marfil y caucho en el Estado Libre del Congo, establecido por el rey en 1885 como colonia personal. Según Dan Morgan, autor de Los Traficantes de Granos, el papel de Edouard en esa zona del mundo es sombrío. Edouard desarrolló en el norte de Europa la compañía que se convertiría en una de las firmas líderes en el negocio de los commodities (materias primas). Ernest Anton Bunge, hijo del ya mencionado Carl G. Bunge, emigró a la Argentina en 1876 y avizoró un futuro por demás promisorio.
Sin embargo, fue el tercero de los Bunge en recalar en el Río de la Plata. Antes, en 1804, había llegado el comerciante Carl August Bunge, también nacido en Remscheid, fundador de la firma Bunge, Hütz y Cía., que representaba -entre otras- a la que fundó su tío Peter Gottlieb Bunge. Su hermano Heinrich August Hugo continuó sus pasos y fue el segundo Bunge en llegar a la Argentina, en 1840. Carl August lo hizo venir para que lo ayudara con Bunge, Bornefeld y Cía., firma que operó con ese nombre hasta 1858, cuando se convirtió en Altgelt, Ferber & Cía. Para entonces, Heinrich estaba a cargo de las operaciones familiares después de la repentina muerte de su hermano Carl, en 1849.
2. Domingo Faustino Sarmiento señaló, siendo presidente de la Nación, en su mensaje al Congreso de 1870, la importancia de producir trigo a bajo costo, para poder exportarlo y competir con otros países productores. Desde entonces, transcurrieron algunos años sin modificaciones visibles hasta que, en 1876, comenzaron las exportaciones regulares de trigo. Justamente para esa fecha llegó al país Ernesto Bunge quien, como miembro de una familia belga de emprendedores comerciantes, no tardó en advertir las posibilidades de evolución que ofrecía la Argentina.
Con sus ideas entusiasmó a su pariente Jorge Born y, al cabo de unso años, constituyeron la sociedad comercial que, con el tiempo, se transformó en uno de los complejos industriales más importantes de América.
La inscripción de la sociedad colectiva Ernesto A. Bunge y J. Born en el Registro de Comercio tiene fecha del 1º de julio de 1884. Se proponían ampliar los negocios ya iniciados en Europa y África y se dedicaron fundamentalmente a la exportación de cereales. En la década de los '20, la firma se transformó en la principal exportadora de cereales, logrando en 1931 el récord de embarques para una sola empresa.
En 1897 ingresaron en Bunge & Born dos personalidades que dejarían una huella imborrable: Alfredo Hirsch, que le imprimiría al grupo un sesgo manufacturero y habría de ser presidente de la empresa durante tres décadas; y su gran colaborador, Jorge Oster, que integró el directorio durante muchos años, promoviendo el desarrollo y la consolidación del comercio de cereales. Alfredo Hirsch introdujo una verticalización del negocio cerealero y oleaginoso.
Tradicional sede de Bunge & Born, en L. N. Alem esquina Lavalle, de Ciudad de Buenos Aires.

3. Las actividades industriales de Bunge & Born comenzaron en 1899 con la producción de envases de hojalata y, en 1902, con la creación de Molinos Río de la Plata. Ambas iniciativas respondieron al crecimiento agrícola y poblacional del país para abastecer la demanda interna y externa de alimentos, tales como harina, aceites, arroz, yerba y otros productos. La actividad molinera se expandió también hacia el interior del país: Buenos Aires, Córdoba, Entre Ríos, Santa Fe, Mendoza y San Juan, además de localidades vecinas a la capital federal.
4. En 1904, la Société Belge de Minoteris et d'Élévateurs à Grains, una iniciativa del grupo industrial Bunge, construyó en Buenos Aires uno de los mayores contenedores de granos del mundo: el silo Bunge & born, el más importante de Latinoamérica y uno de los más significativos del mundo (por sus valores históricos, estéticos, arquitectónicos y estructurales), estudiado en los libros de los maestros de la arquitectura moderna como Walter Gropius y Le Corbusier. Fue demolido en 1998 por las autoridades de Ciudad de Buenos Aires y de la Corporación Puerto Madero como parte del proyecto de reciclaje del área.
La Armement Deppe -creada en 1864 en colaboración con el grupo Bunge-, que transportaba importantes cantidade de grano argentino a Amberes, formó la Compagnie Royale Belgo-Argentine, que instauró un servicio de carácter quincenal y más tarde semanal, entre Amberes, el Brasil y el Río de la Plata. Los buques hacían escala en los puertos de Montevideo y Buenos Aires, y en otros más secundarios del río Paraná, como Rosario y San Nicolás de los Arroyos. La Compagnie Royale Belgo-Argentine comenzó de inmediato con la formación de una flota mixed cargo. El grupo Bunge & Born aseguraba el quick dispatch de las naves en los puertos del Río de la Plata.
5. La 1ra. Gran Guerra generó serias dificultades al grupo, porque contaba con capitales alemanes. La desconfianza existente entre los aliados y los alemanes motivó a que estos últimos embargaran la sociedad matriz en 1918. Como consecuencia, a mediados de la década de 1920 el grupo diversificó aún más sus intereses y llegó a controlar el 30% de las exportaciones totales de la Argentina.
Bunge & Born emprendió nuevos proyectos. Hacia 1924 dio un gran impulso a las actividades algodoneras, que abarcó desde la entrega de semillas a los agricultores hasta la financiación de desmotadoras particulares. Poco después, en 1926, radicó una fábrica de aceites en Resistencia, Chaco.
El algodón dio origen a dos actividades industriales nuevas en el grupo: la aceitera, desarrollada por Molinos y, poco después, la textil, que tuvo a su cargo Grafa, una de las primeras en realizar el proceso industrial íntegro con materias primas nacionales.
6. Mucho se ha hablado en la historia argentina sobre la conexión de la Argentina con Gran Bretaña, pero muy poco sobre la conexión con capitales belgas, con los cuales contaban Bemberg, Bunge & Born, Ernesto Tornquist, Bracht. Amberes fue la gran capital colonial en una época. A finales del siglo 19 y principios del siglo 20, la ciudad se destacó por la importación de granos y metales y la exportación de maquinaria, derivados textiles, diversas manufacturas y una pujante industria caracterizada por la talla diamantes y los astilleros.
Durante la ola inmigratoria hacia la Argentina, vinieron desde Bélgica varias familias con pequeños capitales; otros fueron socios financieros de belgas que vivían en Europa pero compraron campos en el país y se dedicaron a la explotación agropecuaria o a derivados industriales.
7. Nadie mejor para reconstruir el perfil de Alfredo Hirsch que Octavio Caraballo, su único nieto varón que también ocupó puestos directivos en el consorcio Bunge & Born; lo describe de la siguiente manera: "Cuando mi abuelo vino a la Argentina, trabajó con Adolfo Tewes, porque era especialista en café, era un gran cafetero. Luego ingresó en Bunge. Debo subrayar que estas compañías cerealeras eran compañías muy estructuradas y diseñadas en un gran secreto. Seguramente dede que fue fundada la Bunge europea en el siglo 18, ya que Bunge & Born fue un branch de la Bunge europea. Pero la compañía madre, que estaba en Amberes, era una compañía europea, en la que, desde el principio, fueron muy sigilosos. Eran todas proveedoras de comida: alimentos para las coronas, para los países pobres, para los países ricos. El secreto era un tema estratégico. Todos se acostumbraron a una forma de ser muy cerrada. Mi abuelo estaba dentro de estos parámetros. Yo fui criado en un muro de secretismo total. Nada se podía preguntar, nada se podía decir".
Esta forma discreta de conducirse, según parece, se intensificaba cuando las personas eran de religión judía. Las campañas difamatorias y las persecuciones -como los progromos en Rusia, el famoso 'caso Dreyfus' en Francia- estaban, hacia finales del siglo 19, a la orden del día. Al respecto, cuenta Caraballo, "mucha de esta gente que venía de Alemania, los judíos, querían cortar con su pasado y abrazar una nueva vida. Es común no encontrar nada sobre su judaismo. Fue el caso de mi abuelo. Para él, la Argentina fue su religión. Antes de fallecer, le administraron los sacramentos de la Iglesia Católica. Pero él fue ateo".
8. Jorge Oster nació en Neuss, el 13 de junio de 1879. quedó huérfano siendo muy pequeño, realizó sus estudios en una escuela de comercio de Amberes y luego de haberse desempeñado durante un corto período en las oficinas de la empresa en Amberes, en 1897 ingresó en la firma Bunge & Born, en Buenos Aires. Tenía 18 años y, para su sorpresa, había sido seleccionado para el puesto para el que se solicitaba personal altamente capacitado. Cuando llegó aquí, don Alfredo Hirsch solía preguntar: "¿pero quién es este bebé que me mandan?", chanza que permaneció en la tradición oral entre la gente de Bunge.
Dos años más tarde, Oster asumió funcione ejecutivas junto a don Alfredo, que, en realidad, era apenas siete años mayor que él. La carrera de Oster fue en ascenso a partir de entonces. Ocupó los cargos más destacados en la organización: entre 1920 y 1949 integró el directorio, del que se alejó luego de haber ocupado su vicepresidencia durante más de dos décadas, entre 1928 y 1949.
Poco tiempo después de su llegada al país, se hizo ciudadano argentino. Paralelamente a su actividad comercial, fundó e impulsó importantes establecimientos agropecuarios. Fue presidente del Centrl de Exportadores de Cereales, miembro del directorio del Mercado de Cereales a Término y consejero de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires.
9. Entre 1993 y 1995 se tomaron medidas drásticas para optimizar el funcionamiento de la compañía. Ángel Perversi relata ese proceso: "Cuando ingresé a Bunge, encontré una empresa terriblemente burocrática. No fue solo el secuestro. Bunge dejó de manejarse en forma gerencial, con la excepción de Octavio (Caraballo) y algunos otros, y varios de los accionistas que comprendieron que, si no se hacía la cirugía, Bunge corría peligro. Pero las unidades eran muy burocratizadas, estaban muy aisladas, no tenían en mente conceptos de competitividad y calidad. Probamos en una cantidad de compañías de Bunge; ni bien agregábamos valor, la situación se revertía. De deficitarias, pasaban a ser rentables, y vendibles".
10. "Bunge fue apasionante desde el punto de vista económico financiero. Fue doloroso, pero no nos equivocamos. bunge sigue siendo importante en materia sojera. El éxito nuestro fue no solo limpiar una deuda, sino haber dejado algo para poder crecer. Y nada se realizó con costos humanos. Incluso en Grafa, que la daban por perdida, la gente no perdió su trabajo. En Centenera, la gente también conservó su trabajo. Ahí sí, todos los accionistas ayudaron. A lo mejor no estaban del todo capacitados para llevar adelante las cosas, pero sí para proteger a la gente. Eso les importaba, y muchísimo"

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