En una entrevista exclusiva, Juan Navarro anticipa los futuros planes del fondo. Cuáles son sus más recientes deals y qué autocrítica hace de los ’90. El heterogéneo portafolio actual.
>> por José Del Rio y Carla Quiroga
Avenida de Libertador 602. Piso 27. La emblemática torre porteña está a punto de perder a uno de sus históricos inquilinos, de casi 20 años. La mudanza implica mucho más que un cambio edilicio, hacia cuarteles palermitanos. Es el broche con el que The Exxel Group, el emblemático fondo presidido por Juan Navarro, marca una nueva etapa en sus negocios. Claro está, en los ’90, era el paradigma de comprador voraz. Llegó a adquirir 73 firmas, por unos US$ 4800 millones, y a emplear 37.000 personas. Hizo de los habanos Cohiba una marca registrada y los analistas llegaron a compararlo con Henry R. Kravis, el pionero estadounidense del mundo de las M&A. Sus enemigos, en tanto, lo asociaban con el cinematográfico Gordon Gekko, de Oliver Stone. Sin embargo, más allá de los calificativos, su estrategia de compras apalancadas, combinada con la recesión y el crack institucional de 2001, dejó a varias de sus empresas en manos de los acreedores. Y muchas personas que lo habían aplaudido hasta entonces cambiaron su discurso cuando los números no cerraron.
Avenida de Libertador 602. Piso 27. La emblemática torre porteña está a punto de perder a uno de sus históricos inquilinos, de casi 20 años. La mudanza implica mucho más que un cambio edilicio, hacia cuarteles palermitanos. Es el broche con el que The Exxel Group, el emblemático fondo presidido por Juan Navarro, marca una nueva etapa en sus negocios. Claro está, en los ’90, era el paradigma de comprador voraz. Llegó a adquirir 73 firmas, por unos US$ 4800 millones, y a emplear 37.000 personas. Hizo de los habanos Cohiba una marca registrada y los analistas llegaron a compararlo con Henry R. Kravis, el pionero estadounidense del mundo de las M&A. Sus enemigos, en tanto, lo asociaban con el cinematográfico Gordon Gekko, de Oliver Stone. Sin embargo, más allá de los calificativos, su estrategia de compras apalancadas, combinada con la recesión y el crack institucional de 2001, dejó a varias de sus empresas en manos de los acreedores. Y muchas personas que lo habían aplaudido hasta entonces cambiaron su discurso cuando los números no cerraron.
“Tenemos casi 20 años. Empezamos en 1991 y, como toda empresa de dos décadas, pasamos por diferentes etapas y vamos por distintas estrategias y tácticas. Hablar del pasado sería hablar de tantas cosas diferentes que prefiero focalizar en lo que hacemos hoy y lo que tenemos previsto hacer mañana”, define Juan Navarro, en una nota exclusiva con APERTURA. En la primera vez que rompe el silencio en más de cinco años, agrega: “Sobre los ’90, una década con tanto ruido, lo único que puedo decir es que nosotros siempre operamos en el sector privado y nunca pedimos un peso a un banco oficial. En la Argentina, esa década es controversial y gira más en torno a la política que a los negocios”, se enoja.
Salvo por su pasión xeneize, que se mantiene intacta, Navarro no es el mismo de los ’90. Más conservador en las palabras, cultor del bajo perfil. Pero la versión ‘09 es igual de activa en la caza de oportunidades: hoy lidera un fondo cuyos activos consolidan ventas por unos US$ 550 millones anuales, en rubros muy diversos. Ya no tiene Freddo, Havanna, OCA o Musimundo. Pero mantiene Paula Cahen D’Anvers, Lacoste y presentó la recién llegada Penguin. Su portafolio suma 13 compañías, desde una productora cinematográfica hasta videojuegos de estrategia. El foco es claro: empresas de nicho, con alto valor agregado y potencial suficiente para obtener un mínimo del 20 por ciento por cada dólar desembolsado. El desembarco también marca cambios respecto del pasado reciente: a través de socios que gerencian el negocio, quienes les dan la plataforma de crecimiento. Sin hacer ruido, en los últimos cinco años, el Exxel invirtió US$ 600 millones.
El mapa de desembolsos es cuanto menos particular. En los Estados Unidos controlan Destineer (productora de videojuegos), Brijot (fabricante de cámaras detectoras de armas y explosivos), Mako (robots para cirugías microscópicas), Dilligence (proveedora de información e inteligencia corporativa) y Thing Magic (fabricante de lectores de radiofrecuencias). En Europa, King Marine (ex Compañía de Barcos), un astillero de alta gama que, desde hace años, fabrica yates para el Rey de España. Además de las “tradicionales” Imagen Deportiva (agencia de Marketing), con operaciones internacionales pero headquarters en Buenos Aires; Clothing Brands, que núclea a sus marcas de indumentaria (Paula Cahen D’Anvers, Lacoste, Armani y Penguin); e Illusion Studios, que avanza con una nueva película 3D. The Exxel Group maneja inversiones con rasgos bien marcados en la actualidad: compañías radicadas en América latina, especialmente, en la Argentina, con ventajas competitivas que les permitan convertirse en players globales, y, también, empresas que operen en economías centrales, como los Estados Unidos o Europa, que se puedan desarrollar con el aporte de recursos humanos o inyección de capital por parte del fondo.
“Podemos tener inversiones en una empresa basada en Boston y ayudarla a vender los productos en Brasil. Es decir, crearle un mercado que no estaba en sus planes”, describe Marcelo Chao, Managing director de The Exxel Group. “La mayor parte de nuestro portafolio está considerando algún negocio nuevo, fusión o compra. Son modelos de crecimiento agresivos y cada una tiene un plan para el corto plazo”, describe Chao, aún hoy desde el influyente piso 27, en el que se ve todo el micro y el macrocentro de Buenos Aires. Los plazos de salida tampoco son, ahora, una exigencia. “Recién cuando consideremos que la inversión maximizó su valor, saldremos. Mientras podamos agregar skills, nos quedamos”, coinciden Chao y Navarro, marcando otra diferencia respecto de varios pares. En Argencard, por caso, el Exxel estuvo 11 años y, con sus socios, embolsó US$ 250 millones por su venta.
Brasil vs. Argentina
Para Navarro, “hoy, la región, como tal, no existe más: el 80 por ciento de los private equities va a Brasil, un 10 por ciento a Colombia, Chile y México y el 10 por ciento restante, a los demás países, entre ellos, la Argentina, con volúmenes marginales”. En el mismo sentido opina Chao: “Brasil vive otra realidad y protagonizó el IPO –N.d.R.: oferta pública inicial, por sus siglas en inglés– más grande del mundo este año”. Se refiere a Visanet, que empezó a negociarse en San Pablo, generando unos US$ 4260 millones, el máximo número de 2009 con la apertura de un tercio del capital. Para Navarro, no obstante, la situación se revertirá a corto plazo: “Cuando la Argentina aclare un poco el panorama político, volverá a estar en el centro de interés. Hay mucho por desarrollar aún”. No obstante, admite que “el fenómeno de Lula en Brasil es lo más importante que ocurrió en la región y, en la Argentina, todavía, falta delinear el escenario macro”.
En el Exxel, señalan que “haber convocado a inversores internacionales, y que ellos nos confiaran su capital, fue un gran avance. En muchos casos, por suerte, vendimos antes de la crisis y, rápidamente, reacomodamos la estrategia para ser menos dependientes de un país y tener nuestro portafolio más diversificado geográficamente”, analizan. “Creo que lo que hicimos bien fue ser rápidos en reaccionar frente a las tendencias de mediano y largo plazo, y poder convencer a los inversores institucionales de que nuestras estrategias de inversión son más atractivas”, se entusiasma Chao. También cambiaron respecto del porcentaje del capital que toman en cada compañía. “Hoy, no hay un nivel de participación accionaria preferida. Cuando trabajábamos con empresas en la Argentina, sin salida posible al mercado de capitales, mi venta era a estratégicos. Y, para eso, uno tiene que acomodar sus operaciones y controlar la firma”, explica Navarro. Hoy, The Exxel Group opera también en los Estados Unidos, los mercados públicos no requieren del control para hacer las transacciones. “La ecuación no pasa por cuánto vale el control sino por cuánto dinero se necesita para crecer”, afirma el timonel. Respecto de la supuesta argentinización que viven los negocios locales, Navarro asegura que “siempre es más fácil hacer negocios en el lugar donde uno vive. Pero, en el mundo de los negocios, se viven ciclos y, en este caso, es perfectamente válido. Si alguien tiene acceso para comprarse una empresa telefónica en la Argentina y tiene la capacidad y la espalda para operarla y financiarla, está bien que lo haga. Las tendencias van y vienen”.
Los proyectos en la mira
Aunque los manejan con estricta reserva, proyectos no les faltan. En el segmento de indumentaria, el objetivo es desembarcar en nuevos mercados con las marcas de Clothing Brands. Para ello, el Exxel tomará la operación mexicana de Lacoste desde el segundo semestre de 2010 o principios de 2011. Será junto con los dueños globales de la brand del cocodrilo. “Tomaremos todas las licencias latinoamericanas a medida que venzan. Se cubrirá toda la región desde los Estados Unidos hacia la Argentina, haciendo la distribución, venta y fabricación”, agrega Navarro. Con Cacharel y Paula, otras de las etiquetas que controla el grupo, la regionalización está en la mira.
También se avanzará con la estrategia de Penguin. El modelo, por ahora, es de importación. Pero, en 2010, se espera producir en el país más de la mitad de la colección. El fondo apunta a vender unas 50.000 prendas anuales en el canal mayorista. La licencia también incluye a Brasil, donde está previsto un ambicioso plan de expansión. El caso de Emporio Armani es distinto. En abril, la marca se despidió del mercado local y anunció el cierre de su único local por las trabas burocráticas en la importación, que dificultaban la venta de sus prendas. “La relación costo-beneficio nunca cerró”, describen desde una empresa de ropa rival. Armani Exchange, la línea de básicos de la marca italiana, que tiene tres locales en el país, por el momento, sigue en pie.
Otro será el foco en el mundo del show biz. Illusion Studios, la empresa comandada por José Luis Massa, ex director de Chiquititas, en la que el Exxel tiene 80 por ciento del paquete accionario, avanza en desarrollos for export. “La idea es aprovechar el talento para la animación. Trabajan 100 dibujantes históricos de papel, que están animando en computadora 2D y 3D”, describe Chao. Hay dos focos principales: desarrollar identidades propias para exportarlas al mundo y, también, asociarse con compañías internacionales para proveerles servicios de animación a cambio de un fee. “Además, trabajamos en una coproducción que ya está en marcha con una empresa india para producir Gaturro en 3D y preparamos Boogie, el Aceitoso, el personaje de Roberto Fontanarrosa”, comenta Chao. La hipótesis de máxima pasa por crear una “fábrica de entretenimiento argentina, sumando talento y costos razonables”.
La regionalización cambia la escala y márgenes: un éxito cinematográfico en México implica 9 millones de espectadores, mientras que, en la Argentina, 1,5 millón, con toda la furia. “Es cierto que hoy optamos por el perfil bajo. Pero eso no implica que no tengamos varios proyectos en la mira. Nos propusieron crear, junto a un socio americano, una empresa para hacer negocios de infraestructura en América latina. Lo estamos considerando”, anticipa Navarro. Para ello, buscarán revalidar el expertise de su paso por los negocios de aeropuertos, electricidad e infraestructura, en los que ya participaron en el pasado. No por nada, Navarro se define como un admirador confeso de Alejandro Magno y Winston Churchill, de quien guarda una carta de puño y letra. El fuego del habano no se apagó.
El portafolio actual y sus planes
The Exxel Group.
Cada cual atiende su juego
Clothing Brands. Factura US$ 180 millones. Sumará licencias en la región. Va por México, en el caso de Lacoste. Aspira a ingresos adicionales de unos US$ 60 millones en ese mercado, similar a lo que vende la firma en Brasil.
Paula Cahen D’Anvers. “Tenemos interesados en Uruguay, Chile y Brasil para su expansión. Lo estamos analizando”, admiten en el Exxel.
Penguin. Tiene previsto su lanzamiento en Brasil, además de una expansión regional en Chile y el Uruguay.
Dilligence. La empresa de información e inteligencia que el Exxel compró en US$ 15 millones hace varios años tiene dos tipos de conversaciones: una es para adquirir, a través de una fusión, una empresa similar que trabaja en el sudeste asiático y otra es para avanzar en un deal con una empresa estadounidense que busca integrar Dilligence a su plataforma internacional.
The Protective Group. La desarrolladora de materiales de defensa busca avanzar en Brasil y Colombia. La idea es proveerle a algún fabricante local la tecnología para poder colocar su producto a través de blindadores de autos en esos países. La firma tiene ventas por US$ 100 millones.
Thing Magic. La empresa, que factura US$ 10 millones, es una de las tres en el mundo dedicada a la radiofrecuencia pasiva. Buscará reemplazar a los códigos de barra.
Mako Surgical. Se dedica a la producción de robots para cirugías microscópicas. Tiene ventas por US$ 11 millones. Cotiza en el Nasdaq, donde está valuada en US$ 250 millones. Patagonia. Es la comercializadora de propiedades premium. Se encarga también del desarrollo turístico, con foco en los lodges de pesca.
Destineer. Factura US$ 40 millones e invirtió US$ 25 millones. Hace juegos de simulación y guerra. Recibió una capitalización de In-Q-Tel, un fondo de venture capital que fundó la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y tiene, entre sus activos, la réplica de la batalla de Faluya, en Irak. Busca expandirse en América latina.
Imagen deportiva. Con ventas por US$ 6 millones, el Exxel tienen el 70 por ciento del capital y es socio de Guillermo Marín. El foco de la empresa pasa por “atar puntas”. Para ello, tiene contrato con los mejores jugadores sudamericanos de fútbol, a quienes une con empresas que los buscan para promociones.
Brijot. Fabrica cámaras detectoras de armas y explosivos y tiene ventas por US$12 millones. El precio más bajo Respecto de la batalla judicial que libran Carrefour y el Exxel por supuesto fraude en la venta del 49 por ciento de Supermercados Norte al grupo francés, en 2001, Navarro fue terminante: “Cuando empezó el conflicto, decidimos no hacer declaraciones sobre ese tema. Esperaremos que el proceso judicial termine. Si bien tenemos resoluciones favorables, por el momento, sólo hablamos a través del método jurídico-legal. Preferimos dejarlo ahí y tratar de no influenciar a la Justicia. Cuando termine, será el momento de hablar”. El grupo francés acordó comprar el 49 por ciento por un valor equivalente a la multiplicación por nueve del 35 por ciento del EBITDA (ganancia antes de intereses, impuestos,depreciaciones y amortizaciones) del balance de Norte de 2000. Pagó US$ 252 millones. La diferencia en disputa es de US$ 120 millones.
Comentario (1)
por Carlos Peria
Juan: vos hablas de millones y a tus empleados los tenes cagados de hambre si no fuera por ellos vos nos llegas a tus supuestas ganancias anuales.
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1 comentario:
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