http://www.clarin.com/suplementos/zona/2006/05/14/z-03502.htm
SERVICIOS PRIVADOS DE INTELIGENCIA
Navarro invierte con socios de la CIA
Uno es empresario uruguayo; el otro fue jefe de la estación de la CIA en Argentina. Juntos montaron en Estados Unidos una agencia de seguridad e investigaciones, Dilligence, que ahora intentan instalar en la Argentina para competir en el mercado de las agencias de Inteligencia privada.La sociedad entre Juan Navarro, presidente del fondo de Inversión Exxel Group, y el ex CIA Ross Newland nació como un sueño hace casi diez años, cuando los presentó un amigo que tenían en común: el ex montonero Rodolfo Galimberti, fallecido en febrero del 2002.Desde aquellos años, para nadie cercano a la Embajada de Estados Unidos era ajena la amistad que cultivaron Navarro y Newland. Lo que nadie sospechaba era que juntos iban a relanzar la firma Dilligence, una empresa que Navarro compró en 16 millones de dólares. Dilligence opera en Estados Unidos como agencia de investigaciones y distribuidora de chalecos antibalas y blindados para autos. Pero 20 días atrás, Newland llegó a la Argentina para buscar clientes, con la intención de instalarse en Buenos Aires. "A Ross le gusta Buenos Aires. Es hincha de Boca, ama el asado. Se argentinizó", explicó un viejo conocido suyo. En el Exxel, consultados por Clarín, prefirieron no hacer comentarios.Newland fue el jefe de la base de la CIA en Argentina durante buena parte del gobierno menemista y parte del de la Alianza. Su salida fue de la peor forma: como derivación de una interna dentro de la SIDE, su foto salió publicada en la tapa del diario Página/12. La pérdida de invisibilidad, esencial para un espía, lo obligó a volver a Estados Unidos para terminar su carrera detrás de un escritorio. En su retorno a la acción, Newland no está solo. Sumó a David Manners, su mejor amigo y también un viejo conocido de Navarro y Galimberti. Manners, que fue jefe de operaciones de la CIA en Oriente Medio, en el año 2000 era presidente de Universal Control, la agencia de investigaciones que en ese momento administraba en la Argentina Galimberti. Universal Control ya no se dedica a la inteligencia, pero Manners está de vuelta. Con su amigo Ross, la billetera de Navarro y el padrinazgo, etéreo, de aquel montonero que se hizo menemista.
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